11.12.13

La falta de inspiración es una fuente inagotable de cultura. Llego a tan sabia reflexión tras horas de desconcierto ante mi nula imaginación. Encallada. Inmovilizada. Jugueteo en internet y un golpe de suerte me hace escribir la fecha de hoy, 11 de diciembre. Me sorprendo. Es el tricentésimo cuadragésimo quinto día del año en el calendario gregoriano y el número 346 en los años bisiestos. Y yo sin saberlo. Estremecedor. Quedan 20 días para finalizar el año. Lo decido. Cuelgo el traje de baño en el árbol de Navidad. Me queda genial. Total, si en un santiamén ya estamos en verano. Lo tengo clarísimo: a mi edad, las estaciones se fusionan. Los años vuelan. Mi imaginación sin embargo se estanca de nuevo. En un arranque de genialidad decido añadir a la fecha de hoy la palabra “día”. Estoy convencida de que se celebra algo. Con más miedo que esperanza tecleo “11 de diciembre día de”. Salto de alegría. Tantas horas de duro trabajo dan el fruto merecido. Hoy es el Día Internacional de las Montañas. Impresionante. Jamás lo hubiera imaginado. Pero voy más allá todavía. Hoy, también, se celebra en todo el mundo el Día del Tango. Me pongo a bailar. Mi nivel cultural alcanza sus máximos y estoy loca de contenta. Pero aquí no acaba todo. Por celebrar que no quede: la celebración se triplica y hoy se festeja también el Día del Locutor Venezolano. Estremecedor. Me bloqueo. No sé si de la emoción o por mi falta de entendimiento. Creo que voy a dejar de teñirme. Cada día más rubia. Lo intento pero no lo consigo. No lo capto. ¿Qué relación tienen las montañas, el tango y los locutores venezolanos? ¿Dónde viene la unión de la Naturaleza, la música y el micrófono? Incapaz de encontrar una solución vuelvo a ese pozo de sabiduría, internet, y escribo de nuevo el tricentésimo cuadragésimo quinto día del año en el calendario gregoriano. Su potencia, dada la fuerza con la que se manifiesta, puede con mi curiosidad. Hasta que ésta se queda saciada. Hoy, mis queridísimos lectores, es el día de la intensidad. Felicidades, de todo corazón, a los que hayan nacido hoy. Qué agotamiento.

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