Al ministro Soria le tengo que agradecer mi vuelta a la infancia. Desde que llegó el último recibo de la luz a casa lo paso bomba. Al caer la noche juego a las tinieblas con toda mi familia. ¡Cómo lo pasamos! “¡Holaaa! ¿Hay alguien?”, preguntas al llegar. Y nadie contesta. Entonces empieza la tensión. ¡Qué miedo! ¡Qué intriga! ¡Qué nervios! ¿Estarán o no estarán? Y es que, fue tal el shock que nos supuso ver a lo que ascendía la cuenta de la luz, que bajamos los fusibles hasta nueva orden y desde entonces vivimos sumidos en la oscuridad. Es súper divertido. Nunca sabes lo que te puedes encontrar. Lo que también otorga al juego la categoría de súper intrigante. Al no toparte con ninguna pista de las que suelen dejar tus hijos (abrigos tirados, apuntes esparcidos, luces encendidas) porque no ves, no tienes ni idea de si están o si, en un arranque de responsabilidad tardía, se han ido a estudiar a la biblioteca para contribuir a la economía familiar y utilizar el erario público para aprovechar nuestra contribución al mismo, cada día más alta.
Agudizas lo que puedes el oído y con las manos y el tacto -para no matarte o destrozar media casa- sientes como la emoción te embarga. Hasta que escuchas una voz. “Frío, frío”. Uno está en casa y te avisa de que estás lejos del objetivo. Qué mono. Al instante crees escuchar otra voz. “Frío, frío”. Un escalofrío recorre tu cuerpo. Te quedas helada. No sabes si las palabras salen de tu interior o llegan del exterior. Realmente hace mucho frío. Claro, no luz, no calefacción. Tiemblas, ¿son ellos? Los imaginas. Fosilizados. O más bien congelados. Modelo Walt Disney. El chiquillo durmiendo una de sus interminables siestas y la chiquilla viendo una de sus interminables series con la batería que le quede del ordenador, vestidos con una gruesa capa de hielo. Me asusto. Y los encuentro. Tal cual imaginaba. Como estatuas de hielo. Rompo a llorar. Hasta que lo comprendo. Me han hecho trampa. Han cambiado el juego de las tinieblas por el juego de las estatuas. ¡Si seré tonta! Juegos Reunidos Soria y…!a jugar! Como antaño. ¿O eran Geyper?