La triple A

Los hombres de mi vida empiezan por A. Si ya lo tenía claro desde tiempo «a», ayer lo ratifiqué. A de Álvaro, mi marido y mi hijo; A de Antonio, el portero de mi casa, sin él no soy nada; A de Aurelio, el cerrajero que anoche me devolvió a mi hogar. «No dejéis las llaves puestas en la puerta por dentro que luego no podemos abrir desde fuera». No sé las veces que he oído decir esto a mi santo a lo largo de nuestra vida marital. El problema es que cuando te dicen una y otra vez lo mismo, causa efecto rebote. Te insonorizas. Ya no escuchas. Forma parte de tu día a día pero no lo retienes. Es como les pasa a tus hijos. Insonorizados de por vida. «Ordena tu cuarto». «Apaga la luz». «Baja la música». Crecen con frases hechas, se acostumbran pero son incapaces de asimilarlas. Pobrecillos. Porque ellos quieren hacerlo, saben que lo quieren hacer, pero no pueden. Está científicamente demostrado: el cerebro manda la orden pero a ellos no les llega. Eso sí. Dar un giro en el tono al decirlo origina efecto acción-reacción de inmediato. El modelo berrido funciona genial.

Pues hace tres días entendí a mis hijos. Al salir de casa e intentar cerrar la puerta desde fuera la llave dijo no. Probé, no lo conseguí, me senté y lloré. Me emocioné al verme reflejada en los niños (yo quería pero no sabía, no podía) y entenderlos. Pero sentí pánico. Estaba sola. No sin cierto temor, llamé a mi marido. «No te lo vas a creer, no sabes lo que me ha pasado, he salido de casa y…». Me interrumpe. «….Y te has dejado las llaves dentro. ¡Será posible! Pero ¿¿cuántas veces hay que repetiros las cosas??» El tono no era malo, de verdad, pero me hundí. Resuelta llamé a Antonio, mi portero. Fue como un ángel e hizo lo posible para abrir. Ni un mal gesto, ni una mala cara, aunque fui capaz de leer sus pensamientos, «si es que es mujer…». Ya. Llamamos a un cerrajero. Apareció Aurelio. ¡Qué hombre! Bandolera colgando, sin una sola herramienta, subió arriba y en menos de un segundo abrió. Jamás revelaré el secreto. Pero desde ayer lo sé. Los hombres de mi vida empiezan por A.

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