La música. El poder de la música. Esos acordes que sanan un alma herida. Un instrumento capaz de devolver la vida a alguien que se apaga. La música, como ya escribí, con esa fuerza capaz de mitigar el dolor, amansar un corazón ansioso, reducir el estrés e, incluso, mejorar la salud. Científicamente comprobado. La música. La que ayudó a María a conectar con esos niños enfermos a los que iba a visitar a un hospital. El medio a través del cual se hicieron amigos. Con unas melodías u otras. Lo que no consiguieron unas simples palabras lo lograron unos maravillosos acordes. Porque María tenía ganas de ayudar a los pequeños que sufrían algún tipo de enfermedad y se apuntó como voluntaria en un hospital. Pronto comprobó que no sabía muy bien como entretenerles y decidió llevarse la guitarra. Gran acierto. Porque María, que ama la música, consiguió acercarse a los niños gracias a los acordes que nacían de su guitarra. Supo, ya lo sabía, la fuerza que se esconde en la profundidad de un sonido inigualable y una idea comenzó a rondar por su cabeza. Se lo comentó a Fátima, su hermana, y la hicieron realidad con el apoyo incondicional de nuestro cardiólogo más internacional, Valentín Fuster, el mago del corazón. Les animó muchísimo y les contó que eso se hacía con grandísimos resultados en hospitales americanos. Y así, con el ritmo adecuado, poco a poco, comenzaron su labor. Primero en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, después en el Infanta Sofía, Doce de Octubre, etcétera. Con ayuda de músicos profesionales (encargados de dirigir los talleres) y voluntarios, tienen claro que no curan pero si mejora la salud de los niños. Conciertos, audiciones en las zonas de oncología, diálisis, psiquiatría, neonatología, entre otras. “La música ayuda, de verdad, mejora la salud. Hace poco una chica que estaba en coma se despertó con una canción de Marta Sánchez”, me cuentan. Y me lo creo. Porque he visto todo lo que transmite una canción, una composición y sé lo que ayuda. Por eso la fundación, además de hacer conciertos y audiciones en salas como la de quimio, quiere dejar muy claro la importancia que tiene lo que se conoce como musicoterapia. Capaz de hacer que los recién nacidos estén menos tiempo en la incubadora. De rebajar los niveles de estrés ante un cuadro clínico complicado. De actuar como bálsamo en el corazón roto de un chico esquizofrénico. Capaz, también, de calmar la ansiedad de una madre,la incomprensión de un padre o el estrés, terrible, al que están sometidos médicos y enfermeras. “Músicos en Acción”. Su eslogan está claro “la música te ayuda”. Cuatro palabras que esconden una gran verdad.
Bueno, pues amantes de la música o no, pero con corazón solidario y ganas de ayudar a la vez que empiezan con los regalos de Navidad, estos días han organizado un Christmas Market que dura hasta el próximo día 24. No os lo perdáis. Encima hareís una buena acción ya que parte de los beneficios irán a parar, claro, a “Músicos en Acción”. Feliz fin de semana.