Nochestrés

Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad. Para ustedes. Para mí esta noche es «Nochestrés» y mañana Nochebuena. Escribo en 23. Gajes del oficio. Por eso, queridas mujeres -solo ellas, porque ellas SOLAS hacen TODO- les pido un favor. Regresen al pasado y vuelvan al día de ayer. 24 horas atrás. Cierren los ojos y visualícense. Mis queridas y santas mujeres. Todas. Superadas por las fiestas pero ante todo amantes de la perfección y dispuestas a que todo salga genial. Y saldrá. A unas mejor (las ordenadas), a otras peor (las caóticas). No mal, pero distinto. Como yo. Sí, lo reconozco, he dejado todo para última hora. Como siempre. Y encima no me ha tocado la lotería. Ni a mis compañeros tampoco. Ya lo siento. Pero eso no me va a poner de mal humor. ¿O sería más correcto decir “de más mal humor todavía”? No lo sé. No tengo tiempo ni para pensar. Y menos ahora. Si me vieran. De un tiempo a esta parte he hecho del suelo de mi hogar mi sofá preferido y, una vez más, me encuentro sentada en mitad del salón. Sobre el mismo suelo pero de aspecto distinto. Desgastado por el uso de estos días. Y espléndidamente decorado con papel de envolver. En rollos, en cuadrados, en pequeñas tiras (hay que aprovechar hasta el máximo) o en infinitos trozos minúsculos que se expanden a sus anchas y parecen hacer de cada centímetro cuadrado un suelo diferente. Como un original diseño de patchwork. No se mi explico. Los papeles, de diferentes colores y modalidades (a las caóticas no se les ocurre nunca hacer las cosas de forma uniforme) sobrevuelan el piso hasta encontrar en su camino ese trozo de celo olvidado que les une para poco a poco crear una alfombra única. O no. Porque puede que en ese momento, en el que hasta tú estás desplegada en el suelo, llegue un 44 de pie (el de ese hombre que parece ser tu hijo) que sin mirar -porque nunca miran- se lleve por delante todo el papel. Y no puedas envolver. Nada más. Motivo suficiente para dar paso a la histeria. Permitida, solo, en esa “Nochestrés”. La anterior a Nochebuena. En la que todo tiene que estar perfecto. Para disfrutar en familia de una noche de paz. Una noche de amor. Que no se nos olvide. Feliz Navidad a todos. De todo corazón.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*