Queridos Reyes Magos

Ya empezamos. Primer marrón -que no turrón- de la Navidad. Los doscientos cincuenta mil emails que me dicen que si me quiero recuperar de esos kilos de más que he cogido (¿cogido?), sí o sí en las Fiestas. Pero ellos que sabrán. Si todavía no han empezado, cómo adivinan como las voy a acabar. Ni siquiera me conocen. Y ellos ya poniendo freno a mis ilusiones. Que me dejen, por favor, que me dejen. Que como empiece no acabo. Que estoy por escribir ya a los Reyes Magos de Oriente para que no me traigan nada material, nada, pero que se cumplan mis sueños con antelación. Por ejemplo. Algo así.

Queridos Reyes Magos, me llamo Marta y soy una mujer muy buena. Por eso, este año os voy a pedir solo deseos. Deseo que en estas fechas si decido no mandar christmas, no lo haga en el último momento, histérica, cuando compruebe los que hemos recibido. O sea, que no me arrepienta. Como tampoco quiero arrepentirme de hablar de más. Tan típico en mí. Como cuando digo que solo voy a comprar un detalle a los más pequeños. Al final, siempre me lío y salgo en el último momento a comprar a todos. Un año de estos me encuentro con vosotros al llegar a casa. O al pequeño Nicolás. Ya sabéis.

Tampoco quiero tener que ir a ningún sitio porque no me queda más remedio. Quiero tiempo para los míos, para los que tengo más cerca o a los que tengo más lejos. A los otros, a los que se empeñan, los veo, si de verdad tienen interés, en febrero, marzo, o abril. Que los días son más largos y podemos celebrar la primavera. Bueno mis queridos Reyes, por si acaso no me he expresado bien, solo quiero que en vuestra bondad tengáis a bien quitarme esas cosas superfluas, que me convierten en una mujer metida de lleno en un ataque de nervios. Que ya me gustaría a mi estar al borde. Estoy metida. Hasta las trancas. Que entre los que presumen mi obesidad post navideña y los que me obligan a darles la razón por celebrar tantas veces la Navidad, lo único que tengo claro es que si pido algo, lo pido ancho. Lo que sea, pero ancho. “¿Qué quieres de regalo visible o invisible?” “Ancho”. Y ya les he dado la pista para que no se equivoquen.