Ha pasado de ser una depresiva feliz a una eufórica feliz, de ver la televisión las 24 horas -mintiendo a su marido diciéndole que no había parado en toda el día-, a no dejar de hablar y, lo peor, ávida …
Ha pasado de ser una depresiva feliz a una eufórica feliz, de ver la televisión las 24 horas -mintiendo a su marido diciéndole que no había parado en toda el día-, a no dejar de hablar y, lo peor, ávida …