Terremoto 2015

“Yo sobreviví al terremoto Madrid 2015”. Me admira la rapidez y el ingenio de los españoles a la hora de sacar punta a cualquier situación extraordinaria. En este caso, al temblor que sacudió el centro de España el lunes por la tarde. No me enteré de nada. Luchaba contra otro terremoto. El que tambaleaba mi propio cuerpo desde hacía días y cuyo epicentro no pienso ni mentar. Pero las sacudidas bruscas y pasajeras a las que se vio sometido esa misma jornada, me impidieron percibir las que tenían su origen en Albacete. Qué rabia. Con lo curiosa que soy, se me presenta la oportunidad y la pierdo. Encima no pude comentar el sucedido con la exageración correspondiente. Y esto me molesta. Porque fue producirse y empezar a recibir mensajes de todas mis amigas. De progresión ascendente. Los primeros cautos y dubitativos. “¿Has notado un temblor?”. “¿Uno? Solo tiemblo. Luego existo”, contesté dolida ante su indiferencia a mi dolor. “!No, como una sacudida en la casa!”, exclamó . “Eso siempre”, respondí imaginando cualquier seísmo diario de epicentro familiar. “No hija, pareces tonta, te hablo del terremoto que casi nos hunde a todos en la oscuridad”. Pensé que deliraba. ¿Hablaría de política? No la encontré con capacidad suficiente para eso y continué leyendo. Los mensajes subían de tono. “Mi cuarto ha temblado entero” , “La cama se movía de tal manera que a punto estuve de ser despedida por la ventana” ¿Y si tenía que decir adiós a mis seres queridos? La cosa se ponía seria. La rabia me envolvía. Mi instinto de periodista me había jugado una mala pasada y no fui capaz de ver el fin de mi ciudad. Me preocupé de verdad. Seguí leyendo. Para descubrir. Entre bromas y chanzas. Entre chirigotas y chistes. Al parecer, Falete se encontraba saltando a la comba en las proximidades de la Comunidad de Madrid. Se produjo el seísmo y una gran grieta se abrió para ver resurgir de nuevo al pequeño Nicolás y su sonrisa. Él, epicentro en sí mismo. Desde el 23 F de 1981 Madrid no había estado tan movido. En este 23 F de 2015 solo los habitantes de la casa de «Gran Hermano Vip» y la que suscribe, no nos enteramos de nada. Empiezo a sentirme una concursante más. Del juego de la tragicomedia. Me preocupa. ¿Qué va a ser de Belén Esteban?

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