Mi nuevo amor. El que nace del derbi Real Madrid-Atlético de Madrid

Me debato entre lo que quiero y lo que debo hacer. Quiero guardarme para mí este inesperado sueño que ha renovado mi corazón para dar vida a una ilusión. Debo hacer lo contrario y contar a los cuatro vientos que Cupido ha vuelto a tocarme con sus flechas para hacer de mi estómago un aleteo constante de mariposillas. Si les cuento mi vida entera, queridos lectores, !cómo ensombrecer mi sinceridad ocultándoles un secreto! Sería indigna de ustedes y no me perdonaría jamás silenciar mi verdad. Tengo un nuevo amor. Joven, apenas tiene 30 años, guapo, guapísimo, aries -como yo-, y encima piensa en rojo y blanco. Sobran las palabras. Comprenderán que el destino me pone muy dura prueba en el camino. Jamás pensé que volvería a sentir así. ¿Qué hacer cuando la pasión se convierte en mi condena? Lo sé, evitar la tentación para evitar el pecado. Pero, ¿y si la ocasión se presenta? ¿No es ella la madre de la tentación? Lucho entre la ética y la estética -él, Miguel Ángel, es un Adonis-, el deber y el querer, el honor y el deshonor, la ilusión y la desesperanza. Soy infiel. Que terrible conclusión. Tremendamente infiel. Me enamoro y me desenamoro con una facilidad aplastante. Hasta hace poco sentía un amor idéntico por otro joven no tan agraciado físicamente, pero sí tan estupendo. Me abandonó para irse a Inglaterra. Se llama Thibaut Courtois, y era el portero del club de mis amores, el Atlético de Madrid. El dolor fue tal que creí morir hasta que conocí a Miguel Ángel, Moyá, el guardameta que le ha sustituido. Muero de amor por él. Y desde el sábado, la pasión hasta me duele. Qué reflejos, qué seguridad, qué forma de crecer en cada partido. Sus manos evitaron ocasiones del equipo contrario y con su ayuda, mi Atleti, ganó en el Bernabeu. Contra el Real Madrid. ¿Cómo no amarle? ¿Cómo no morir por él? No digo más. Porque no hay nada más que decir. Que bien empieza la temporada. Una nueva estrella ilumina mi camino. Ese que siempre aparece en rojo y blanco. Y yo, enamorada. Que no se entere “Él”, son amores tan distintos… ¿Qué puedo hacer? La respuesta está en mi Cholo. La estrategia es su arma letal. Sabrá orientarme. Que me ayude. Por favor. Aúpa, sí, aúpa de nuevo Atleti. En blanco y rojo. Rojo pasión.

 

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