Regreso a las aulas

No. No he perdido (más) la cabeza. Lo que quiero es recuperarla. Y para ello, qué mejor que sumergirme en el estudio de diferentes materias para recobrar, en la medida de lo posible, tanta neurona perdida. Aunque al parecer son irrecuperables. Bueno, no sé, pues fortalecer la que me quede. Que alguna habrá. Que me lo han dicho. Cuánto más tiempo use el cerebro, más tiempo se mantendrá ágil el intelecto. En febrero empiezo las clases. En un Instituto. El de Humanidades  Francesco Petrarca. Estoy tan nerviosa que tengo la mochila preparada desde el día de Reyes. Me la trajeron ellos. Con el escudo del Atlético de Madrid. No sé si pega para un sitio tan serio pero yo no engaño. La he mirado una y mil veces para ver si todo está en su sitio. Los cuadernos en blanco, los bolígrafos de colores, los lápices, el sacapuntas, la goma.

Me he apuntado en Historia de España, en Arte y en un seminario del Islam. Para hablar con conocimiento de causa. También me he comprado unos libros. No sé si los necesito pero por si acaso. Porque una mujer sin un “por si acaso” no es una mujer. Los tengo que forrar. Porque ayer en un momento de regreso al pasado le pedí a mi madre que me los forrara y recibí a cambio una mirada de “cada día estás peor hija mía”. Pero es que ella es súper manitas y yo súper manazas. Cuando le dije que volvía a estudiar me miró de nuevo. Esta vez con otra cara. La entendí perfectamente. No tienes tiempo ni para mí y ahora vas de alumna aplicada. Pues sí. Porque tengo un montón de amigas que llevan años haciéndolo y están encantadas. Siempre me han producido envidia. “Te llamo luego que estoy en clase”. Y yo también quiero tiempo para mí. Para aprenderme de memoria (si es que consigo encontrarla) todas aquellas cosas que aprendí de joven y luego abandoné al olvido porque entonces no me interesaban. Ahora las quiero retener, aprender, reactivar. Para entender el presente. Para no quedarme anquilosada en el pasado. Para volver a sentir lo que es estar en clase. Incluso hasta levantar la mano si no entiendo algo. O nada. Porque últimamente todo me parece incomprensible. Pensándolo bien, lo mejor es que empiece por el Aula del Cerebro. Es una pasada. Te explican como funcionan las conexiones neuronales frente a los estímulos, cómo se generan las emociones o la comunicación con los demás. Aunque a lo mejor esta es solo para hombres. No sé. Por lo de las emociones. O lo de la comunicación. ¿No?

 

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